Aullidos de chacal
Aullidos de chacal Se había producido un silencio incómodo. Ya era casi de noche cuando los focos iluminaron la pista de tierra. -Sería mejor mañana -dijo por fin su mujer-. Cuando lleguemos a ese sitio de la sierra, con la oscuridad... ¿Te vas a aclarar entre tantas tumbas? ¿Pero tú sabes realmente dónde está la tuya? -Claro que sé dónde se encuentra. El plano que me mandaron estaba muy bien detallado. Una docena de curvas después, un letrero de metal suspendido por unas cadenas de un poste es la señal para desviarse. -¿Has visto que ponía "Sad Hill"? Imposible perderse. No tardaré -fue su despedida mientras encendía una linterna. Caminó por el prado, en descenso hacia el círculo empedrado situado al oriente. Poco antes, ya se topó con la primera fila de cruces. Había visto antes del viaje m