Entradas

Mostrando entradas de junio, 2022

Joyas (36) Fragmento de la Égloga I (Garcilaso de la Vega)

Imagen
         Fragmento de la Egloga I                                                             (Lamento de Nemoroso por la muerte de Elisa)   Corrientes aguas puras, cristalinas, árboles que os estáis mirando en ellas, verde prado de fresca sombra lleno, aves que aquí sembráis vuestras querellas, hiedra que por los árboles caminas, torciendo el paso por su verde seno: yo me vi tan ajeno del grave mal que siento que de puro contento con vuestra soledad me recreaba, donde con dulse sueño reposaba o con el pensamiento discurría por donde no hallaba sino memorias llenas d'alegría;    y en este mismo valle, donde agora me entristezco y me canso en el reposo, estuve ya contento y descansado. ¡Oh bien caduco, vano y presuroso! Acuérdome, durmiendo aquí algún hora, que, despertando, a Elisa vi a mi lado. ¡Oh miserable hado! ¡Oh tela delicada, antes de tiempo dada a los agudos filos de la muerte! Más convenible fuera aquesta suerte a los cansados años de mi vida, qu'es más que'l hier

Hoy

Imagen
                                       Hoy Sólo hoy. Irrepetible. Todo hoy, que ya intuías, que malgastas hora a hora, que dejas página en blanco por pereza y autoengaño y rellenarla otro día. Sin embargo, siempre hoy es el día. Ahora, sin más dilaciones, sin dar la espalda a la vida, para abrir con fe la mano, estrechar fuerte el abrazo, abandonarse a emociones, saciarse de amor y paz. Sin hoy, mañana es quimera. Mañana siempre es la trampa, espejo de más mañanas. La artimaña bien alerta que te lleva a otra mañana, al no, al nunca, al jamás.

Joyas (35) Romance de Fontefrida (anónimo)

Imagen
  Romance de Fontefrida    Fontefrida, Fontefrida Fontefrida y con amor, do todas las avecicas van tomar consolación, sino es la tortolica, que está viuda y con dolor. Por ahí fuera a pasar el traidor del ruiseñor; las palabras que le dice llenas son de traición: «Si tú quisieses, señora, yo sería tu servidor.» «Vete de ahí, enemigo, malo, falso, engañador, que ni poso en ramo verde ni en ramo que tenga flor, que si el agua hallo clara turbia la bebiera yo; que no quiero haber marido porque hijos no haya, no; no quiero placer con ellos ni menos consolación. ¡Déjame triste, enemigo, malo, falso, mal traidor; que no quiero ser tu amiga ni casar contigo, no!»                           (Anónimo)

Puse en tus manos las mías

Imagen
  Puse en tus manos las mías A Luisa (en el día de nuestras Bodas de Plata) Puse en tus manos las mías. Supe parar mi tiempo en ese instante y confiarte así, al amparo de tu piel, lo nunca confiado: mis temores ridículos, unos pocos proyectos aún sin forma, ansias de superar límites, evanescentes bordes del camino, anhelos desesperados… Luego, este caudal no ha hecho más que crecer. La vida llamó rauda a otras vidas, con quienes aunar esfuerzos, sentir su existencia y ser . Tu callada paciencia, mientras tanto, fue capaz de llenar vacíos, encontrar las salidas, dio pleno sentido siempre e inundó de luz al verbo amarse. Por eso mismo (tras veinticinco etapas compartidas ), esperaba muy seguro la llegada de este día: ya conozco, completamente, el trabajo bienhechor de esas manos, sabía que todo aquello que les di lo mejorarían. Luciano Maldonado (2005)