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Mostrando entradas de mayo, 2022

Joyas (34) Desmayarse, atreverse, estar furioso (Lope de Vega)

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                                                                                                                                         Desmayarse, atreverse, estar furioso   Desmayarse, atreverse, estar furioso, áspero, tierno, liberal, esquivo, alentado, mortal, difunto, vivo, leal, traidor, cobarde y animoso; no hallar fuera del bien centro y reposo, mostrarse alegre, triste, humilde, altivo, enojado, valiente, fugitivo, satisfecho, ofendido, receloso; huir el rostro al claro desengaño, beber veneno por licor süave, olvidar el provecho, amar el daño; creer que un cielo en un infierno cabe, dar la vida y el alma a un desengaño; esto es amor: quien lo probó lo sabe.                                         Lope de Vega

Loco artista

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                                                                                 Loco artista El loco artista se cree los sueños. Azul ultramar en manos y cara, peces y aves se adueñan de su casa, cubre con bosques, en lienzos, desiertos. Pero quién confiaría en alguien así, alguien con ropa rota y manchada de añil… Quién… Sólo los locos ensalzan pasiones. Las notas ya son suspiros de dedos. Sonará “Imagine” de nuevo en el metro. Boca de metro que traga canciones, insaciable de platos mendicantes, vacíos de ovaciones, repletos de arte y hambre. Si pisara un poco más la realidad… Si no imaginara tantas cosas… Tantas… Al loco artista le gustan las letras. Fantasea en universos sin números, utopías de submundos confusos, embrujo de musas en raros poemas. Triste esclavo en busca de versos libres. ¿Pero lo puedes entender?… Alguien que se niega a la razón, un simple. Casi siempre en contra de todo. Todo… Casi nunca conforme con

Joyas (33) Romance de Abenámar y el rey Don Juan (anónimo)

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                                                                                Romance de Abenámar                                                                      y el rey Don Juan -¡Abenámar, Abenámar, moro de la morería, el día que tú naciste grandes señales había! Estaba la mar en calma, la luna estaba crecida; moro que en tal signo nace no debe decir mentira -No te la diré, señor, aunque me cueste la vida. -Yo te agradezco, Abenámar, aquesta tu cortesía. ¿Qué castillos son aquéllos? ¡Altos son y relucían! (1) -El Alhambra era, señor, y la otra, la mezquita; los otros, los Alixares, labrados a maravilla. El moro que los labraba, cien doblas ganaba al día, y el día que no los labra otras tantas se perdía; desque los tuvo labrados, el rey le quitó la vida porque no labre otros tales al rey del Andalucía. El otro es Torres Bermejas, castillo de gran valía; el otro, Generalife, huerta que par no tenía. Allí hablara el rey don Juan, (2) bien oiréis lo que decía: -Si tú quisieras, G

Todos los relojes del mundo

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                                                                                Todos los relojes del mundo   Todos los relojes del mundo siempre insomnes, hasta el final, acompasan un ritmo último, extremo, terrible, funesto, en guardia y a punto de dar, muy en punto, la gran señal. Apuntan fijas las saetas terror de estelas en el cielo, ya algo imposible de parar. Todos los relojes del mundo saben tejer con sus agujas un manto negro de presentes, tiempo vacuo que, cual Penélope, enseguida destejerán. Dicen que justo ahora es la hora antes de volverse pasado, momentos y espacio arrasados, humo de cráter, nada más. Todos los relojes del mundo enmudecieron y no son. Sólo un tic sin sonar su toc. Nadie frenó pronto a esta fiera ni al dedo cercano al botón. No hay más vida tras tal barbarie. No busquéis de nuevo una flor. Jamás llegará otro presente. Jamás. Es la nada. Ya no.                                     (ab