Pero fuera Desde dentro, al calor de la lumbre, vigorosa, risas contagiosas llenan la sala, mil deseos se visten de proyectos, chocar de copas que sellan acuerdos y emocionados brindis por la paz. Es un corro de amistad, poderosa, que apremia a la noche a que llegue el alba, que abraza al mundo, desde su verdad. Pero fuera, intenso frío entumece mis manos, sin fuerza bajo el peso de unos leños, los últimos que dejé reservados con que poder alimentar el fuego. De pronto, en un instante he sentido la presencia cercana de un recuerdo —algo sin voz me llama desde dentro— y he mirado a través de la ventana. Me he visto como un viejo ante las llamas, ser que fue, solitario y somnoliento, ser sin ser, en un reducto de sueño que alrededor, las sombras acechando, enseguida convertirán en nada, resignación por todo lo...
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