Joyas (67) "Don Juan Tenorio", fragmento (José Zorrilla)
DOÑA INÉS:
Callad, por Dios, ¡oh don Juan!,
|
que no podré resistir
|
mucho tiempo sin morir
|
tan nunca sentido afán.
|
¡Ah! Callad, por compasión,
|
que oyéndoos me parece
|
que mi cerebro enloquece
|
y se arde mi corazón.
|
¡Ah! Me habéis dado a beber
|
un filtro infernal sin duda,
|
que a rendiros os ayuda
|
la virtud de la mujer.
|
Tal vez poseéis, don Juan,
|
un misterioso amuleto,
|
que a vos me atrae en secreto
|
como irresistible imán.
|
Tal vez Satán puso en vos
|
su vista fascinadora,
|
su palabra seductora
|
y el amor que negó a Dios.
|
¿Y qué he de hacer, ¡ay de mí!,
|
sino caer en vuestros brazos,
|
si el corazón en pedazos
|
me vais robando de aquí?
|
No, don Juan; en poder mío
|
resistirte no está ya;
|
yo voy a ti, como va
|
sorbido al mar ese río.
|
Tu presencia me enajena,
|
tus palabras me alucinan,
|
y tus ojos me fascinan,
|
y tu aliento me envenena.
|
¡Don Juan! ¡Don Juan! Yo lo imploro
|
de tu hidalga compasión:
|
o arráncame el corazón,
|
o ámame, porque te adoro. Don Juan Tenorio Fragmento de Parte I, acto IV, escena 3ª (José Zorrilla) |
Comentarios
Publicar un comentario