Paradojas
Paradojas
Ayer anhelaba el gentío
aumentando así mi soledad.
Era época de buscar muy lejos
lo que en verdad estaba muy cerca.
Éramos siluetas en espejos,
ventanillas de tren que reflejan
cruce de miradas al azar.
Por fin se empieza a mover el mío
y veo que dejo tu rosto atrás,
pero es gran sensación embustera:
sólo tu tren avanza y se va.
Ayer, entonces, nadie me dijo
que no acumulo tiempo, no sumo,
que restar años es lo que logro,
que puedo dormir a veces mucho
y soñar mientras tanto muy poco,
ser el mejor experto en mil nadas,
duda total de lo que conozco,
que no son necesarias palabras
cuando el silencio lo dice todo.
Ayer, entonces, antes.
Sí, eso era antes
que siempre se vuelve ahora,
presente que nunca borro.
Comentarios
Publicar un comentario