Todos los relojes del mundo


                                                                                Todos los relojes del mundo

 

Todos los relojes del mundo

siempre insomnes, hasta el final,

acompasan un ritmo último,

extremo, terrible, funesto,

en guardia y a punto de dar,

muy en punto, la gran señal.

Apuntan fijas las saetas

terror de estelas en el cielo,

ya algo imposible de parar.


Todos los relojes del mundo

saben tejer con sus agujas

un manto negro de presentes,

tiempo vacuo que, cual Penélope,

enseguida destejerán.

Dicen que justo ahora es la hora

antes de volverse pasado,

momentos y espacio arrasados,

humo de cráter, nada más.


Todos los relojes del mundo

enmudecieron y no son.

Sólo un tic sin sonar su toc.

Nadie frenó pronto a esta fiera

ni al dedo cercano al botón.

No hay más vida tras tal barbarie.

No busquéis de nuevo una flor.

Jamás llegará otro presente.

Jamás. Es la nada. Ya no.

                                    (abril - 2022)

        

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