Juntos
Juntos
A Ignacio y Luisina
con motivo de sus Bodas de Oro
Sentir...
Saberse luego frágil,
en soledad.
Intuir,
algo más tarde,
que aún aguardan, pertinaces,
esbozos de un destino que se resiste,
que ha sido apenas bosquejado,
en el vaho de la esquiva cumbre,
por el caprichoso dedo del azar.
dar por ello, durante un tiempo,
pasos inseguros, pre
ci
pi
ta
dos.
Hacia adelante;
atrás...
Y, de repente,
el día más imprevisto...
progresar.
Progresar juntos.
Codo con alma, alma en vilo, alma abierta
de par en paz.
Sin que se sepa bien cómo,
tras ascensión tan ligera,
ha llegado el momento de observar, desde lo alto,
la gran distancia del camino recorrido
-cincuenta etapas-peldaños,
o, lo que es lo mismo,
a ilusión por jornada: medio centenar-.
Comprobando ahora,
sólo ahora,
que ese destino se ha ido llenando de gestos reconocibles,
miradas,
sonrisas qyue se han volvado e otras vidas,
y éstas en otras más.
(Gijón - 2004)
Comentarios
Publicar un comentario