Último brindis (sobre la derrota naval en Cuba)

 
 
 

Último brindis

    Entró nervioso en la cafetería, sin saber qué dirección tomar. Pero en cuanto ubicó al amigo, fue a su mesa, mostró un librito de piel ajada, y se sentó.

    —Mira: el diario del bisabuelo, nuestro último hallazgo. Como dije, está estropeado por el agua; así, al parecer, lo encontraron los norteamericanos, pues no era totalmente estanca la caja en que apareció. Aunque le faltan hojas, será importantísimo para la historia del brandy de Jerez.

Leyó en la última página —destintada en los bordes— lo que decía el tripulante del destructor Furor. Era noche cerrada. Dos de julio del noventa y ocho. El capitán, Fernando Villaamil, les reunía tras hablar con el almirante Cervera. Acataba órdenes. Estaba claro que les iban a masacrar al día siguiente en la misma bocana del puerto de Santiago. Les ofrecía, emocionado, un brindis del destilado de uva jerezana que aún conservaba en un pequeño barril.

                                                                          Luciano Maldonado (2017)


 

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