La llamada


                                                                                              La llamada

 

Capricho del azar te puso en pie.

El fuego te distinguió entre animales.

Pintaste en cuevas, fundiste metales.

Rito y esfuerzo forjaron tu fe.

 

Supo todo el orbe de mil despojos,

de los montes, mordidos con canteras,

que mostraron bien calvas sus laderas,

piedra y leña con que saciar antojos.

 

Vieron mares hundirse muchas naves.

Oro negro sobre el azul moviente,

ya agotada del río la corriente,

sin aliento los peces y las aves.

 

¿Y ahora evitas el peso de esta cruz?

¿Has fijado un punto de no retorno?

¿No sientes la llamada de tu entorno?

¿De un mundo a oscuras que reclama luz?

 

                                      Luciano Maldonado

                                           (Gijón, 2017)

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