Invitación
Invitación Hay en tus ojos, ya sí, una invitación al beso, a comulgar del secreto que tus labios, decididos, sin necesidad de decirlo, me están descubriendo al fin: viejo juego del amor, misterioso, indomable, sin diques a la emoción. Vuelve a despertarse el alma; hoy se ha llenado el vacío; tras un fortuito testigo, el relevo de la nada. Dame más llama que yo ame. Necesito en ti abrasarme, consumirme para siempre -dentro de este eterno instante-, en el fuego silente de tu boca. Sabré entonces, sentiré la certeza de lo que apenas ayer intuía: lo absurdo de alzar muros hasta ahora que tu perdón ha roto las barreras. ...