Hoy hace justamente un año


 

Hoy hace justamente un año

 

—¡Tienes que venir, papá! Verás lo que ha hecho un chaval en el concurso. Creo que nunca

 has visto algo así.

 

Estaba claro que el descanso se había acabado de repente. Su hijo se lo pedía tirándole

de un brazo.

 

Por el camino, su atención se centró en el avance progresivo de las olas, cada vez más

cerca de algunos espectadores, los que observaban de espaldas al mar los trabajos de

los chicos.

 

Su hijo ya se encontraba junto a una construcción un tanto extraña. Había, sí, varios

castillos alrededor, peces, tortugas, elefantes... Pero la obra que atraía la mayoría de

miradas era, efectivamente, la del chico que trabajaba al lado. Aquel niño, de unos doce 

años, que parecía ajeno a los comentarios, había realizado una labor propia del

virtuosismo de un genio. Se trataba de la intrincada sección de una mina abierta en

canal, con su laberinto de galerías principales, transversales y pozos casi al 

descubierto, a la luz de un día imposible en su interior. Para conseguirlo, había excavado

una zanja y apelmazado arena sobre un borde. En la superficie, había simulado el

castillete de extracción (con un prisma de cartón doblado y perforado, a modo de

celosía). Más abajo, supo trazar galerías y pozos de ventilación, fortificándolas con 

canutillos de cartón y palitos de helados traídos de distintas papeleras.

 

—No podemos darte el premio —sentenció al final un miembro del jurado—. Tenía que ser 

sólo arena. Has utilizado materiales prohibidos.

 

—No importa; no buscaba ningún premio. Sólo quería hacerle un homenaje a mi padre;

 me enseñó a hacer esto. Murió por un derrumbe en una mina tal día como hoy, hace

 justamente un año.

 

Cuando el concurso finalizó, fue la primera obra en desaparecer: una ola la anegó por

completo.

                                                                                Luciano Maldonado

                                                                                     (Gijón, 2004)

Comentarios

Entradas populares de este blog

El día irrepetible

Que no me despierten

Números