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Mostrando entradas de junio, 2024

Joyas (63) No verte (Gerardo Diego)

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    No verte Un día y otro día y otro día. No verte. Poderte ver, saber que andas tan cerca, que es probable el milagro de la suerte. No verte. Y el corazón y el cálculo y la brújula, fracasando los tres. No hay quien te acierte. No verte. Miércoles, jueves, viernes, no encontrarte, no respirar, no ser, no merecerte. No verte. Desesperadamente amar, amarte y volver a nacer para quererte. No verte. Sí, nacer cada día. Todo es nuevo. Nueva eres tú, mi vida, tú, mi muerte. No verte. Andar a tientas (y era mediodía) con temor infinito de romperte. No verte. Oír tu voz, oler tu aroma, sueños, ay, espejismos que el desierto invierte. No verte. Pensar que tú me huyes, me deseas, querrías encontrarte en mí, perderte. No verte. Dos barcos en la mar, ciegas las velas. ¿Se besarán mañana sus estelas?                                ...

Números

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                           Números Alguien me inculcó hace mucho tiempo que los números rigen nuestro entorno, que si encuentras la secuencia justa, en el acto alcanza sentido todo. Diez días ya lejos de mi gente, con nueve presos más que no conozco. Las ocho de esta fría mañana. Siete hombres me arrancan del calabozo y otros seis aguardan en uniforme a leer cinco falsos cargos y oprobios. Fuera hay cuatro viejas enlutadas. Tres cuervos veo arriba, en vuelo corto. Dos, las órdenes: ¡Apunten! ¡Fuego! Uno, el paso atrás para caer al hoyo.                                      Luciano Maldonado               ...

Joyas (62) Ajedrez II (Jorge Luis Borges)

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      Ajedrez II                            Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada reina, torre directa y peón ladino sobre lo negro y blanco del camino buscan y libran su batalla armada.    No saben que la mano señalada   del jugador gobierna su destino,  no saben que un rigor adamantino  sujeta su albedrío y su jornada.    También el jugador es prisionero  (la sentencia es de Omar) de otro tablero  de negras noches y de blancos días.    Dios mueve al jugador, y éste, la pieza.   ¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza   de polvo y tiempo y sueño y agonía?                                     Jorge Luis Borges