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El banco

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                                                                                                                                               El banco   Lo subieron al camión, donde ya se encontraban otros bancos. Una hora más tarde, quedaba anclado a una alfombra de hormigón en la glorieta central del parque. Sí, allí estaba, se diría que orgulloso, de estreno por una capa de barniz que resaltaba sus listones. Pasaron los primeros días. Y por caprichos del azar, lo cierto fue que nadie estrenó el banco. Al tercer día, varios jubilados fueron a la glorieta para ver a los que practicaban petanca. Pero, curiosamente, los espectadores permanecieron todo el tiempo de pie. Luego llegó el fin de semana. Algunas parejas tomaron asiento en las esquinas del parque. Por su parte,los jóvenes adoptaron otro banco, más apropiado para fumar y charlar de modas. ¿Y los niños?... Los niños jugaron al fútbol, tomando como portería, precisamente, el solitario banco. Pero, como si tuviera el estigma del

Joyas (60) Romance sonámbulo (Federico García Lorca)

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               Romance sonámbulo Verde que te quiero verde. Verde viento. Verdes ramas. El barco sobre la mar y el caballo en la montaña. Con la sombra en la cintura ella sueña en su baranda, verde carne, pelo verde, con ojos de fría plata. Verde que te quiero verde. Bajo la luna gitana, las cosas le están mirando y ella no puede mirarlas. Verde que te quiero verde. Grandes estrellas de escarcha, vienen con el pez de sombra que abre el camino del alba. La higuera frota su viento con la lija de sus ramas, y el monte, gato garduño, eriza sus pitas agrias. ¿Pero quién vendrá? ¿Y por dónde…? Ella sigue en su baranda, verde carne, pelo verde, soñando en la mar amarga. Compadre, quiero cambiar mi caballo por su casa, mi montura por su espejo, mi cuchillo por su manta. Compadre, vengo sangrando, desde los montes de Cabra. Si yo pudiera, mocito, ese trato se cerraba. Pero yo ya no soy yo, ni mi casa es ya mi casa. Compadre, quiero morir decentemente en mi cama. De acero, si puede ser, con las

Everything is nothing

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         Everything is nothing   Y always manage to defeat enemies, but making friends in peace, no. I touch the clouds from skyscrapers and I don't perceive a flower on the grand. I know how to fatten my stores well; never kill hunger around. I know about robotics and quantum; not by Machado, Mozart or Van Gogh. I manage to expend energy in abundance and save as much as poossible in love. I can reach Mars, if I want, but I will never reach your soul.                                                           Luciano Maldonado

Paradojas

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                 Paradojas Ayer anhelaba el gentío aumentando así mi soledad. Era época de buscar muy lejos lo que en verdad estaba muy cerca. Éramos siluetas en espejos, ventanillas de tren que reflejan cruce de miradas al azar. Por fin se empieza a mover el mío y veo que dejo tu rosto atrás, pero es gran sensación embustera: sólo tu tren avanza y se va. Ayer, entonces, nadie me dijo que no acumulo tiempo, no sumo, que restar años es lo que logro, que puedo dormir a veces mucho y soñar mientras tanto muy poco, ser el mejor experto en mil nadas, duda total de lo que conozco, que no son necesarias palabras cuando el silencio lo dice todo. Ayer, entonces, antes. Sí, eso era antes que siempre se vuelve ahora, presente que nunca borro.

Será que otro cielo te espera

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  Será que otro cielo te espera   Será que otro cielo te espera o quizá sea este cielo mismo, pero más azul aún, el descanso que te aguarda. Se abren ventanas en el alba, y todo en torno se vuelve luz y entonces tú también te observas formando parte de ese todo, como la más pequeña célula de enorme gigante que avanza. Y sabes que ese rayo de oro sale hoy para dorar tu cara y que ahora tienes que mojar tus manos y pies en el río pues luego no sería igual: mañana sería ya otra agua, distinto el instante perdido. Que el césped se deja acariciar, que siempre en verdad se ha dejado, que has corrido alocado y solo, mudando razón por peligros, esclavo de un destino ignoto, sin saber que éste iba contigo ya desde los primeros pasos. Será que eres polvo de estrellas, que al cosmos devuelves su abrazo, ser universal que desea, átomo de un dios muy cercano.

Joyas (59) Ya no quiero más bien que sólo amaros (Lope de Vega)

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  Ya no quiero más bien que sólo amaros   Ya no quiero más bien que sólo amaros ni más vida, Lucinda, que ofreceros la que me dais, cuando merezco veros, ni ver más luz que vuestros ojos claros. Para vivir me basta desearos, para ser venturoso conoceros, para admirar el mundo engrandeceros y para ser Eróstrato abrasaros. La pluma y lengua respondiendo a coros quieren al cielo espléndido subiros donde están los espíritus más puros.                                                             Lope de Vega

Birria de pavo

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  Birria de pavo Carmen trajinaba en la cocina desde muy temprano. Todos los años, llegado el veintitrés de diciembre, se dedicaba con pasión a elaborar sus dulces navideños: cordiales, roscos de vino, m azapanes... Se consideraba buena repostera, y los elogios que recibía, incluidas las puntillosas cuñadas, parecían acreditarle tal título de sobra. Pero le faltaba aún el plato especial, la estrella que iluminaría, como era habitual, la noche siguiente: el pavo guisado. — Paco, antes de que te líes en tu tertulia, pásate por el mercado de Santa Florentina. Le dices a Ginés que mande a un mozo con un gran pavo. No estaré tranquila hasta entonces. Estaba acostumbrada a que su marido no contestase ni mu hasta el mediodía. Ahora, para no variar, se limitó a afirmar con la cabeza y darle un beso. Luego, por la ventana, observó cómo abandonaba las viviendas para oficiales del arsenal. Se le veía elegante incluso de civil, estrenando el primer día libre navideño. Hora y med